Unas 700 personas han fallecido en Francia en julio debido a la ola de calor, lo que ha elevado un siete por ciento la tasa media de mortalidad de este mes, escribe el periódico Le Monde citando a la ministra de Sanidad del país, Marisol Touraine.

Durante el periodo de calor extremo que este año duró del 29 de junio al 5 de julio en algunos departamentos del país la temperatura rebasaba los 40 grados Celsius.
La ministra ha comunicado también que los servicios de urgencia recibieron más de 3.500 llamadas, lo que triplica los índices habituales del mes de julio.
“Hemos cumplido y pudimos minimizar las consecuencias. Nuestro sistema de sanidad ha respondido al aumento brusco de las solicitudes de asistencia”, subrayó Touraine.