185 puñaladas fueron suficientes para acabar con la vida de Alberto Elvio Naiaretti luego de que su esposa lo atacó con un cuchillo al encontrarlo infraganti queriendo abusar de su propia hija de 18 años mientras se encontraban solos en su casa de habitación en Buenos Aires, Argentina.
Paola Córdoba, de 38 años, confesó sin rodeos que su actuar fue desde el primer momento en que vio al padre de la joven intentando abusar de ella. Por lo que sin dudarlo fue a la cocina a conseguir un cuchillo.
La policía argentina ha encontrado dos cuchillos ensangrentados por lo que no se descarta que la joven de 18 también halla sido partícipe de la muerte de su progenitor.
El asesinado contaba con varios antecedentes penales, especialmente denuncias por los delitos de «Violencia Familiar», además los distintos medios argentinos señalaron a través de testimonios de los vecinos que ambas mujeres vivían un verdadero infierno.