Una caminata por el Parque Morazán en San José, Costa Rica, convirtió en pesadilla para una mujer que fue asaltada por un joven quien la agredió para robarle su celular y luego se lo metió en el recto, para que no se lo encontraran.
Un grupo de transeúntes lo persiguió por varias cuadras pero cuando lo atraparon no le hallaban el teléfono al delincuente, hasta que lo desnudaron y se lo descubrieron.
El ladrón quedó preso mientras que la afectada aceptó que le devolvieran el celular, pero después de que lo lavaran muy bien porque había quedado pestilente.