Cinco niños murieron en un incendio registrado en una guardería en Erie, Pensilvania, Estados Unidos.
Medios locales reportaron que tres de los menores eran hijos del bombero voluntario Luther Jones, quien en ese momento se encontraba controlando otro siniestro.
Joy Crotty, jefe del departamento de bomberos voluntarios de Lawrence Park, al que pertenece Jones, explicó que éste estaba trabajando para apagar otro fuego a pocas cuadras de distancia de la guardería, llamada Harris Family Day Care.
Aseguró también que el hombre no sabía que sus hijos se encontraban allí en esos momentos. Es «impensable», afirmó Crotty al referirse a la tragedia. «Realmente esto va más allá de la comprensión».