La Agencia Nacional de Investigación de Corea del Sur capturó este domingo a cuatro personas por piratear más de 120,000 cámaras de seguridad, capturando imágenes sumamente íntimas de sus víctimas. Según confirmó el canal de televisión SBS, estos delincuentes vendían el material explícito en plataformas extranjeras.

Claves ridículamente débiles
La investigación descubrió algo sumamente aterrador: las cámaras hackeadas usaban contraseñas absurdamente simples que facilitaron el hackeo masivo. Letras repetidas como «aaaaa» o series numéricas tan básicas como «12345» lo que permitió a los delincuentes acceder a espacios privados.
Según el informe policial, estas configuraciones infantiles convirtieron dispositivos de seguridad en herramientas de espionaje obteniendo videos sexuales los cuales eran posteriormente vendidos generando millones de dólares en criptomonedas.
Las dimensiones de este cibercrimen masivo rebasan fronteras: 120,000 equipos hackeados implican víctimas en múltiples países. La investigación confirmó que el contenido robado se vendió principalmente en «sitios web extranjeros», obligando a Corea del Sur a gestionar extradiciones y bloqueos transfronterizos.
Este tipo de contenido fue robado por los hackers
S. Korean hackers breached 120,000 cameras at homes and hospitals — to sell videos to porn sites
— RT (@RT_com) December 1, 2025
Four hackers were arrested. Targeting IP-cameras with passwords like ‘0000’, they had pulled over 1,100 videos
In South Korea, mere viewing such tapes can result in 3 years of jail pic.twitter.com/FOhy43vtEf