Una trabajadora doméstica de origen filipino fue castigada cruelmente por sus patrones luego de haber dejado unos muebles de lujo fuera de la casa. Según compañeros de la pobre mujer de 26 años, fue atada a un árbol bajo el sol por varias horas.
Lovely Acosta Baruelo tenía trabajando varios meses con la familia, y era castigada de maneras muy groseras y fuera de lugar por cualquier equivocación.
Las fotografías del inusual castigo fueron tomadas por un compañero suyo, quien las viralizó, hecho que captó la atención de la embajada filipina en aquel país. Posteriormente, la joven fue repatriada, y ahora se encuentra con su familia.
Se estima que hay al menos 2 millones 300 mil personas laborando en estas condiciones en países de Medio Oriente, y más de la mitad son mujeres.