Los restos de 33 fallecidos en el terremoto que hace casi once meses sacudió a Nepal, algunos de ellos se cree que de extranjeros, fueron enterrados este domingo en un hospital de Katmandú ante las dificultades para conservarlos por más tiempo en espera de su identificación, informaron a Efe fuentes oficiales.
Los cuerpos fueron sepultados con un código de ADN para facilitar que puedan ser identificados si los reclama algún familiar, en vez de incinerarlos como es habitual en el país asiático de mayoría hindú, explicó el jefe del Departamento Forense del Hospital de Enseñanza Universitaria Tribhuvan, Pramod Shrestha.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos de Nepal había pedido el enterramiento en vez de la incineración.
“Tenemos muestras de todos los cuerpos y si sus familias los reclaman en el futuro, podemos fácilmente entregarlos después de verificar los informes de ADN”, afirmó.
El doctor indicó que quince de los cadáveres fueron recogidos en Katmandú, otros quince en la zona de Langtang y los tres restantes en la de Dolakha, en el norte del país del Himalaya.
“Algunos cuerpos recogidos de Langtang podrían ser de extranjeros“, aseguró Shrestha.
Alrededor de 200 personas, al menos cien de ellas extranjeros, incluidos cinco españoles, quedaron sepultadas en esta zona con numerosa afluencia de senderistas bajo una avalancha de roca, hielo y barro que se produjo como consecuencia del terremoto el 25 de abril del año pasado, sin que todos los cuerpos hayan podido ser recuperados ni identificados.