Tras la intensa búsqueda de cuatro niños indígenas, desaparecidos desde el primero de mayo cuando la avioneta en que viajaban se desplomó en la selva amazónica en Caquetá, Colombia, los rescatistas encontraron nuevos indicios de que salieron con vida y que aparentemente se adentraron en la jungla.
La operación denominada «Esperanza» indica que los niños de 13, 9, 4 y un bebé de once meses, pueden continuar con vida luego que los comandos de socorro, conformados por más de 150 militares y cerca de 80 indígenas hallaron un pañal y nuevas huellas de los niños en la selva del Yarí.
“La primera evidencia encontrada fue la tapa de un biberón rosado, luego hallaron el marco negro de un celular, y al occidente de donde cayó la avioneta se localizó el pañal que, de acuerdo con su talla, puede ser de Cristin, el niño de 11 meses”, indicó el mayor Jesús Rivera, comandante de maniobra operacional.
El militar detalló que además encontraron «un par de zapatos de color azul; y lo que evidencian las unidades es que son del niño de 4 años».
“Esto nos permite conocer que en realidad ellos sí abandonaron sin lesiones la aeronave”, dijo el director de operaciones de la Aerocivil, coronel Juan José López.
Once miembros de la comunidad Nukak, ingresaron el pasado sábado a la búsqueda junto a otros dos que sirven de traductores ya que los indígenas no hablan español.
Los rescatistas abarcaron inicialmente 32 kilómetros cuadrados, ampliándose a 42 y actualmente el área de búsqueda se estima en 400 kilómetros cuadrados, de los cuales ya han rastreado 88, indicaron fuentes del ejército colombiano.
Los niños desaparecidos son Lesly Mukutuy, de 13 años; Soleiny Mukutuy, de 9 años; Tien Noriel Ronoque Mukutuy, de 4 años, y el bebé de 11 meses Cristin Neruman Ranoque.
En el accidente perdieron la vida doña Magdalena Mukutuy; madre de los niños desaparecidos, así como el líder indígena Hermán Mendoza y el piloto de la aeronave, Hernando Murcia.