El periodista Rafael Henzel, uno de los seis sobrevivientes de la tragedia del Chapecoense -en el que murieron 71 personas-, se reencontró con su pequeño hijo Octavio, de 11 años, y lloró de emoción al verlo nuevamente al arribar al aeropuerto de Chapecó.
Cinco minutos después de que el avión aterrizó, el hijo de Henzel y su esposa subieron al avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) que trasladó a su padre y al futbolista Alan Ruschel hacía Brasil.
“Tavinho”, como se lo apoda al niño en Chapecó, aguantó 15 días para ver a su padre, por lo que ambos rompieron en llanto al reencontrarse y abrazarse nuevamente.