Miles de brasileños tomarán las calles del país este viernes en apoyo a la convocatoria del Frente Brasil Popular, que activará movilizaciones para defender la democracia y respaldar al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva y al Gobierno de Dilma Rousseff.
Son más 60 organizaciones, populares, sindicales y sectores políticos de izquierda que se manifestarán, entre otras, por los derechos sociales, de los trabajadores y contra el golpe de Estado. Las marchas inciarán a partir de las 09H00 locales.
El dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcao, llamó a colmar cada rincón de Brasil en defensa de la democracia y de los cambios políticos y económicos que emprende Rousseff. Las marchas de este viernes dejarán claro a sectores de oposición que la transformación social no es reversible.
Sectores adversos a Dilma Rousseff pusieron en marcha un plan para difamar su Gobierno y desprestigiar los logros alcanzados junto al pueblo. Desde julio del año pasado el Congreso, la derecha nacional intenta enjuiciar a la mandataria por el caso de corrupción en la estatal Petrobras.
A principios de este año han continuado la estrategia golpista con acciones para debilitar al líder del Partido de los Trabajadores (PT), Lula da Silva. El pasado 4 marzo fue detenido luego de un allanamiento en su residencia y trasladado a declarar por presunto lavado de dinero relacionado con la operación anticorrupción, Lava Jato. Horas después fue liberado.
Rousseff nombró a Lula ministro de la Casa Civil y el juez encargado de la investigación, Sergio Moro, emitió una medida cautelar para anular toma de posesión del exmandatario con el objetivo de que siga el proceso judicial en su contra.
De igual forma, Moro divulgó en secreto una conversación telefónica entre Lula y Rousseff durante el nombramiento como jefe de Casa civil, en la que presuntamente la presidenta sugería proteger al líder político para evitar su detención.
La acción del juez fue condenada por el Ejecutivo, que considea la acción del juez violatoria de los derechos y garantías del Estado, por lo que indicó que adoptarán todas las medidas judiciales y administrativas para reparar esta irregularidad a la Constitución.
Según el analista brasileño, Kennedy Alencar, es peligroso cuando un jurista actúa políticamente, pues exponer un audio interceptado de manera ilegal es una forma de juicio sumario.
Rousseff dijo el jueves durante la juramentación de cuatro nuevos ministros, entre ellos, Lula, que convulsionar a la sociedad con información falsa y prácticas cuestionables viola los principios y garantías constitucionales.
«Así comienzan los golpes de Estado», recalcó la mandataria.
Pese a que Lula fue bienvenido como nuevo jefe de la Casa Civil, el juez, Itagiba Catta Preta Neto, aceptó el pedido de suspensión de su nombramiento, presentada por asociaciones ligadas con la oposición.
Catta Preta alegó que la designación del expresidente brasileño como ministro es una intervención directa del Ejecutivo en las actividades del Poder Judicial y privilegia a quien es investigado en la Lava Jato.