Luego de recuperarse de una operación, el costarricense Eduardo Ramírez Zamora regresó a prisión ayer lunes en su país, por el asesinato del nicaragüense Otoniel Orozco Méndez, en Escazú, Costa Rica.

Ramírez asesinó de seis balazos al pinolero el 3 de junio de 2024, durante una discusión que tuvieron en el condominio donde habitaban y eran vecinos.
Un juez condenó al costarricense a veinte años y dos meses en prisión.
El sujeto se encontraba bajo arresto domiciliario con tobillera electrónica debido a que se había sometido a una intervención médica que requería cuidados especiales.
El abogado del sujeto intentó argumentar que el caso correspondía a un “homicidio en estado de emoción violenta” y no a un homicidio calificado.
Sin embargo, el Tribunal ratificó que se trata de un homicidio calificado y confirmó la condena de 20 años de prisión.
La esposa de la víctima, Lilliam Avendaño, declaró que recibía la noticia con gratitud, pues pese al tiempo su familia continúa sufriendo por el crimen.