Un sismo de magnitud 4.9 en la escala de Richter sacudió Managua este lunes 17 de noviembre a las 11:23 de la mañana, según confirmaron las autoridades del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER). El movimiento telúrico fue sentido en diversos sectores de la capital.

El epicentro del temblor fue localizado «a 15 kilómetros al norte de El Tránsito» con una profundidad de 98 kilómetros, según los datos proporcionados por el INETER. Las coordenadas exactas registradas por la Red Sísmica Nacional fueron 12.079 Norte y 86.567 Oeste.
El reporte indica que «se trata de un evento relacionado con actividad tectónica«, lo cual es característico de la zona debido a su ubicación geográfica. El sismólogo de turno, identificado como Domingo Ñamendi, procesó la información del evento a las 11:24 AM, apenas un minuto después de registrarse el movimiento.
El movimiento telúrico sorprendió a los pobladores capitalinos que se encontraban realizando sus actividades cotidianas en esa hora de la mañana.
Los expertos señalan que aunque el epicentro se ubicó a una profundidad considerable de 98 kilómetros, lo que normalmente atenúa la intensidad del movimiento en la superficie, la magnitud de 4.9 permitió que el sismo fuera claramente sentido por la población, especialmente en edificios de varios pisos donde el movimiento se percibe con mayor claridad.
Hasta el momento no se han registrado daños materiales significativos derivados de este evento sísmico, según confirmaron las autoridades correspondientes. Sin embargo, los organismos del INETER mantienen monitoreo constante de la actividad sísmica en todo el territorio nacional, siguiendo de cerca cualquier posible réplica o nuevo movimiento que pudiera presentarse en las horas o días posteriores al evento registrado.
Nicaragua es un país con alta actividad sísmica debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona de intensa actividad volcánica y tectónica que rodea el Océano Pacífico.
Las autoridades del INETER y Sinapred continúan trabajando en el monitoreo permanente de la actividad sísmica nacional y mantienen informada a la población sobre cualquier evento relevante que se registre, como parte de su compromiso con la seguridad ciudadana y la gestión de riesgos ante desastres naturales.