Siete guardaespaldas fueron arrestados en relación con el asesinato del alcalde mexicano Carlos Manzo, según informaron las autoridades del estado de Michoacán. Este giro en la investigación causó conmoción ya que quienes debían proteger al funcionario ahora están señalados como posibles responsables de su muerte durante un evento público celebrado el pasado 1 de noviembre.

Carlos Manzo, alcalde de Uruapan y crítico abierto de la violencia de los carteles, fue asesinado durante un evento público con motivo del Día de los Muertos. El funcionario encabezaba el tradicional festival de Encendido de Velas en la plaza principal de su municipio cuando fue atacado..
La oficina del fiscal general del estado de Michoacán dijo en un breve comunicado que los escoltas fueron detenidos «por su probable participación en el delito de homicidio agravado por omisión en calidad de garante» en relación con el asesinato de Manzo. Estos cargos sugieren que los guardias fallaron en su deber de proteger al alcalde o incluso pudieron haber facilitado el ataque.
El equipo de seguridad de Manzo ya estaba siendo investigado previamente por haber disparado contra el autor material del crimen, lo que había levantado sospechas entre los investigadores sobre las circunstancias exactas de cómo se desarrolló el atentado.
Las detenciones se produjeron el mismo día en el que ingresó a prisión un presunto autor intelectual del crimen, identificado como Jorge Antonio ‘N’, alias ‘El Licenciado’, tras ser detenido el pasado miércoles, también en el estado de Michoacán. Esta coordinación entre ambas capturas sugiere que las autoridades han avanzado en desentrañar la trama detrás del magnicidio.
La oficina del fiscal general en Michoacán, al oeste de Ciudad de México, informó que los siete guardias fueron arrestados por autoridades estatales y federales, incluida la Guardia Nacional, en un operativo que involucró a múltiples agencias de seguridad.
Tropas y agentes sacaron a los sospechosos de un edificio municipal el viernes, cerca del lugar donde Manzo fue asesinado, según reportó Associated Press, en un operativo que fue captado por medios locales y que mostró el momento en que los escoltas eran sacados esposados.
«Ayer fueron detenidos siete. Uno no fue detenido, es decir, se encuentra prófugo, pero siete fueron detenidos (…) son ocho y uno (se fugó) era parte del círculo del alcalde», declaró el gobernador del estado mexicano de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, confirmando que el grupo de seguridad personal estaba compuesto por ocho personas.
El mandatario estatal no reveló la identidad del agente fugitivo, pero explicó que el escolta huyó cuando los otros siete estaban siendo arrestados el viernes en el municipio de Uruapan, convirtiéndose ahora en prófugo de la justicia.
El viernes, la Fiscalía indicó que se trata de seis hombres y una mujer, quienes formaban parte de la Policía Municipal y el día del atentado integraban el primer círculo de seguridad personal de Manzo Rodríguez.
Estos oficiales estaban desplegados durante el festival de Encendido de Velas que encabezó el alcalde en la plaza principal de Uruapan, donde fue asesinado a tiros frente a cientos de asistentes.
De acuerdo a la Fiscalía estatal, las investigaciones apuntan a que tres hombres participaron en la agresión directa contra el alcalde: el sujeto que disparó y fue abatido en el lugar por los mismos escoltas, y otros dos que realizaron «labores de seguimiento y logística», quienes fueron hallados muertos el 10 de noviembre pasado en circunstancias que aún están siendo investigadas.
Este último detalle añade otro elemento de misterio al caso, ya que la muerte de los dos cómplices podría indicar que alguien está eliminando testigos para ocultar la verdadera magnitud de la conspiración detrás del asesinato del alcalde que había sido un firme opositor a la violencia del crimen organizado en la región.