Este martes 8 de diciembre se cumplen 45 años del asesinato de John Lennon a manos del sujeto Mark David Chapman, quien luego dijo que lo hizo para ganar fama debido a que sentía que era un “don nadie”.

El criminal, de 25 años, asesinó al antiguo líder de los Beatles tras interceptarlo en la entrada del Edificio Dakota, de Nueva York, en presencia de su esposa, Yoko Ono.
Desde entonces está encarcelado, y el pasado 27 de agosto, se le negó por décima cuarta vez la libertad condicional.
Chapman llevaba varios días rondando las entradas y salidas de Lennon y Yoko en el edificio Dakota.
En el mes de noviembre había ya ido a Nueva York para cometer el crimen, pero no se decidió.
Ese ocho de diciembre de 1980 había vuelto. Por la mañana se acercó a Lennon y le tendió una copia de su último álbum, Double Fantasy, para que se lo firmara.

Posteriormente, se le acercó nuevamente a John en la entrada al edificio, y cuando este la preguntó: “Vos aún acá?”, Chapman le disparó cuatro veces proyectiles de punta hueca, que destrozan todo a su paso.
Los últimos momentos de Lennon fueron inmortalizados por un fotógrafo quien le tomó la última foto junto al sujeto que le disparó, causando su muerte en el trayecto al hospital.
John Lennon fue un gran activista por la paz y aprovechó su fama para protestar contra la guerra.
En 1969, se organizó en Estados Unidos, el concierto de Woodstock con tres días de paz y música, pero Lennon no pudo actuar porque el gobierno de Richard Nixon impidió su entrada debido a su activismo contra la guerra de Vietnam.

El activismo más famoso de John Lennon incluyó las «encamadas por la paz» en Montreal y Ámsterdam, en 1969, y la grabación de «Give Peace a Chance», consolidando su imagen como símbolo pacifista.