Poco a poco avanza la imagen milagrosa de Santo Domingo de Guzmán, en hombros de sus cagadores tradicionalistas, a 139 años de esta festividad religiosa que surgió en 1885, con el descubrimiento de la imagen, vivida por Vicente Aburto, en el tronco del árbol en las sierritas de Managua.
Al son de los filarmónicos, devotos y tradicionalistas bailan con sus trajes típicos, cintas, camisas, gorras con la imagen de Mingüito, cumplen sus promesas por todos los favores recibidos.
Una de esas agradecidas es la capitalina, Luisa Fuentes, quien compartió que a su hijo, a los seis días de nacido, le dio meningitis, y al pedirle a Mingüito por la salud de él, y lo curó, ahora tiene 32 años, y sigue sano.
El niño Leonel Flores, de 9 años, de la zona 7 de Managua, paga la promesa de su abuelito, al bailar la vaquita, por todo los milagros recibidos, entre ellos, que la familia ya tiene carro.
La peregrinación de retorno de Santo Domingo de Guzmán, dura entre 10 y 12 horas, tiempo en que devotos y tradicionalistas lo acompañan con alegría y fe, y los emprendedores de comida y bebidas, sombreros y accesorios de Mingüito, hacen sus ventas extraordinarias.