El pasado domingo, un ataque con misiles de fabricación estadounidense, los famosos ATACMS, dejó un saldo trágico en dos playas de Sebastopol, en Crimea. Cuatro civiles perdieron la vida, entre ellos dos niños, y más de 150 personas resultaron heridas.
Según la agencia RT en Español, estos misiles ATACMS venían equipados con ojivas de racimo, que son de las armas más inhumanas que existen. Imagínense, estas armas se abren en el aire y riegan un montón de pequeñas bombas por todos lados, afectando un área extensa.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia aseguró que la mano de los Estados Unidos en este ataque está «fuera de toda duda».
Aseguran que fueron especialistas gringos los que programaron estos misiles, usando sus propios datos de satélite. Y encima, hasta tenían un dron de reconocimiento RQ-4 Global Hawk dando vueltas cerca de Crimea.
Los rusos dicen que Washington y sus aliados han creado y alimentado un régimen neonazi en Kiev, y que están usando a Ucrania para hacerle la guerra a Rusia. Además, denuncian el silencio de los países occidentales sobre estos «actos bárbaros» del gobierno de Zelenski.
El Ministerio de Exteriores ruso hasta llamó a la embajadora de Estados Unidos en Moscú para reclamarle. Les dijeron de frente que Washington tiene la misma responsabilidad que Kiev en esta atrocidad.
Dos muertos y más de 20 heridos tras un ataque ucraniano contra Crimea
— Sepa Más (@Sepa_mass) June 23, 2024
Una de las víctimas mortales fue un niño de dos años, informó el gobernador de Sebastopol. pic.twitter.com/u9FCv4mGEk