Los equipos de bomberos rescataron hoy miércoles a dos hombres que habían quedado atrapados bajo los escombros de un hotel de Naipyidó, cinco días después del terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el viernes el centro-norte de Myanmar.
En un primer momento, los socorristas extrajeron de los escombros a uno de los hombres que estaba en el piso inferior de un edificio de seis plantas.
El hombre, de apariencia joven, que se encontraba tumbado en el suelo con el torso desnudo y cubierto por una prenda que cubre de la cintura a los pies, fue llevado rápidamente a un hospital.
Minutos más tarde, a través del mismo agujero perforado entre el amasijo de escombros, los rescatistas sacaron también en brazos al segundo hombre, que empezó a recibir primeros auxilios mientras los equipos de rescate aplaudían.
Se trata de una de las pocas historias de rescate exitoso cinco días después del seísmo, que ha dejado al menos 2 mil 886 fallecidos y por encima de 4 mil 600 heridos.
La falta de agua potable amenaza con empeorar la situación en las zonas más cerca del epicentro, como la ciudad de Mandalay o la de Sagaing, con miles de personas durmiendo a la intemperie cerca de cadáveres.
Naipyidó, la capital, donde tuvo lugar el rescate de hoy, también se vio afectada. Su aeropuerto permanece cerrado a vuelos comerciales y su torre de control quedó destrozada.
Según el Gobierno de Myanmar, cerca de 1,500 rescatistas de 16 países participan en las tareas de ayuda.