Una mujer de apellidos Hurtado López, de 35 años de edad, decidió acabar con su vida por supuestos problemas económicos en la casa que habitaba en el barrio Waspam Norte, en Managua.
La capitalina era soltera, laboraba para una embotelladora de bebidas gaseosas, y para terminar con su existencia ingirió tabletas para preservar granos básicos que le destrozaron el organismo.
Al encontrarla en estado agónico en su vivienda, la mujer fue llevada de emergencia al Hospital Alemán Nicaragüense, en donde falleció instantes después.
El cuerpo no fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para la respectiva autopsia debido a que su familia firmó acta de desistimiento al estar consciente que fue ella quien se privó de la vida.