Bajo el estruendo de morteros y cohetes, miles de feligreses acompañaron este jueves a la milagrosa imagen de Santo Domingo de Guzmán hasta su santuario en las Sierritas de Managua, culminando en paz y alegría, las fiestas tradicionales que anualmente se realizan en su honor.
La romería de promesantes, entre ellos los populares inditos y negritos, partió a las 7 y 15 minutos de la mañana de este jueves desde la parroquia situada en el barrio 19 de julio, bajo el grito: ¡Viva Santo Domingo de Guzmán!
A las ocho de la mañana, la venerada imagen fue recibida en el Gancho de Caminos por Santo Domingo de Abajo o de San Andrés de la Palanca, el que aún se quedará durante varios días en la iglesia del barrio Cristo del Rosario.
Poco después, la imagen de Santo Domingo se detuvo frente a la sede de los cargadores tradicionales en donde se realizaron bailes típicos, y luego partió rumbo a la rotonda de Cristo Rey en donde fue bailada al ritmo de los feligreses del grupo de “Chema Pelón”.
Después de la una de la tarde, el milagroso santo pasó por el antiguo Registro de la Propiedad en su ruta hacia el sector de La Morita, hasta donde fue acompañado por la Alcaldesa de Managua, compañera Reyna Rueda Alvarado y el Vicealcalde Enrique Armas Rosales, quienes destacaron la tradición del pueblo de Managua y la unidad familiar.
La colorida peregrinación fue acompañada de chicheros que pusieron el ritmo a los más de 120 miembros del Comité de Cargadores Tradicionalistas de Managua, a lo largo de todo el trayecto.
En esta ocasión, “Minguito” fue “vestido” con flores amarillas y rosadas, en tanto los cargadores tradicionales lucieron cotonas azules y gorras amarillas con blanco.
Al igual que el primero de agosto, muchos devotos también cargaron réplicas de la milagrosa imagen y bailaron al son de los chicheros.
En la alegre celebración también participaron miles de vendedores por cuenta propia quienes aprovecharon la fiesta de los managuas para generar importantes ganancias para el sostén de sus familias.
La procesión tradicional fue acompañada por centenares de miembros de la Policía Nacional, bomberos y de la Cruz Blanca, quienes garantizaron la seguridad y estado de salud de los participantes.
A las cinco de la tarde, el “santito” llegó a su morada permanente en la ermita de Las Sierritas, en donde permanecerá hasta el primero de agosto del año 2024, cuando nuevamente realice su visita de diez días a la capital.