Una señora de apellidos Moreira explotó este miércoles a través de su cuenta de Facebook para denunciar a diferentes personas que se han encargado de difundir videos y material privado de su hija, la reconocida influencer y modelo capitalina Salma.
“Soy mamá de Salma…, orgullosa de ser su madre. Estoy compartiendo todas estas capturas, donde dejo sus perfiles, lo cual son una pequeña parte de las personas que se están prestando a difundir videos y material privado”, dijo la señora Moreira.
La indignada madre pidió como favor a sus seguidores “que compartan esto, para que estas personas reconozcan que son unos grandes degenerados, se las dan de una moral intachable sin saber el gran daño que están ocasionando”.
“…no solamente lo hago porque mi hija sea una figura pública, que su trabajo no tiene nada que ver con esto, también recordemos que esto tiene una penalidad y se llegara al fondo de todo esto”, dijo la enfurecida señora, quien prometió llegar hasta la primera persona que le hizo tal daño a su hija.
En sus redes sociales, la reconocida modelo Salma informó públicamente haber sido víctima del robo de tarjetas y de su celular, en el cual andaba algunas cosas muy privadas.
Seguramente que el delincuente que le sustrajo el celular a la joven Flores fue el que se encargó de divulgar los videos, seguido luego por muchas personas inescrupulosas que acabaron difundiéndolos en otras redes sociales, tales y como los que denunció con nombres y apellidos, la madre de la afectada.
En horas de la tarde, la modelo y su ex novio, quien también fue afectado por la difusión de los videos, se presentaron a la Estación Tres de la Policía para hacer la denuncia correspondiente por el delito de propalación.
Salma dijo que como consecuencias de la difusión de sus imágenes privadas varias marcas a quienes representaba como modelo le han cortado sus contratos, en tanto otras la han apoyado, por lo que dio Gracias a Dios en ambas posiciones.
El 27 de octubre del 2020, la Asamblea Nacional aprobó la Ley Especial de Ciberdelitos que contempla condenas de hasta diez años de cárcel para quienes intercepten, sustraigan, filtren y difundan imágenes, videos y audios de carácter íntimo.