Un hombre de 47 años identificado como Jason Kenney asesinó a su esposa e hirió gravemente a su hija de 13 años tras una discusión porque no lo dejaron ver un partido de fútbol americano. El trágico suceso ocurrió el pasado 22 de diciembre en Highland City de Lakeland, Florida, cuando la familia discutió por el control del televisor durante las celebraciones navideñas.
Según informó la Oficina del Sheriff del condado de Polk, Kenney se quitó la vida después de cometer el crimen, convirtiendo el caso en un homicidio-suicidio.
Todo comenzó cuando Kenney decidió poner en el televisor de la sala el partido entre San Francisco 49ers e Indianapolis Colts. Su esposa e hija le manifestaron su rechazo inmediato a esa elección, lo que desencadenó una acalorada discusión.
La situación escaló tan rápidamente que la niña de 13 años pidió ayuda a una vecina para que llamara al 911. La llamada de emergencia se registró poco antes de las 11 de la noche, según detalla el comunicado policial.
Cuando los oficiales llegaron al domicilio en Lemon Avenue, encontraron una escena devastadora. En la sala yacía el cuerpo sin vida de la esposa con un disparo en la cabeza. En otra habitación localizaron a la jovencita de 13 años con dos heridas de bala.
La adolescente fue trasladada inmediatamente a un hospital local, donde permanece en estado crítico pero estable. Milagrosamente, la bebé de un año de la pareja se encontraba durmiendo en su cuna, completamente ilesa.
Confesión a su hermana
Tras cometer el ataque contra su familia, Kenney huyó del lugar en su camioneta y llamó a su hermana, quien no se encontraba en Florida. Durante esta llamada, el agresor confesó que «había hecho algo muy malo, que no iría a la cárcel y que lo vería en las noticias».
Posteriormente, condujo hasta la casa de su padre fallecido en la ciudad de Lake Wales. Cuando los agentes llegaron y le dieron el alto, Kenney se quitó la vida con un disparo.
La Policía encontró una nota que reveló que Kenney estuvo consumiendo alcohol durante horas antes del ataque y que había recaído en el consumo de cocaína. Estos factores posiblemente contribuyeron a su comportamiento violento.
Según declaraciones de familiares de la víctima, la mujer sufría violencia doméstica habitualmente por parte de su esposo, aunque nunca presentó denuncias formales ante las autoridades locales. El Sheriff Grady Judd confirmó esta información durante la investigación preliminar.
Esta tragedia navideña deja a una bebé huérfana, una adolescente luchando por su vida y dos familias destrozadas por un acto de violencia desatado por una discusión sobre un partido de fútbol americano.