Petrona Hernández López, reconocida como la mujer más longeva de Nicaragua, falleció hoy a los 116 años y nueve meses, según confirmó un representante del Hospital Militar ‘Alejandro Dávila Bolaños’ en la capital nicaragüense.
Más allá de su avanzada edad, Petrona, que también fue conocida por el seudónimo ‘Amanda Aguilar’ durante su activa participación en la resistencia contra la dictadura de la familia Somoza (1937-1979), es recordada como una colaboradora crucial del General Augusto C. Sandino y de los guerrilleros sandinistas.
‘Amanda Aguilar’, nacida un 3 de mayo de 1890, ganó notoriedad a través de su poema ‘Las mujeres de El Cua’, una pieza literaria que narraba su valiente resistencia contra el yugo dictatorial de los Somoza.
Esta madre de cinco hijos, de los cuales cuatro perdieron la vida durante la opresiva dictadura, vivió la mayor parte de su vida en la comarca montañosa El Carmen, ubicada en el municipio Rancho Grande del departamento de Matagalpa, al norte del país.
En 1968, ‘Amanda’, junto con otras 19 valientes campesinas de Rancho Grande, sufrió arresto y tortura a manos de la guardia somocista, debido a su compromiso en proteger a los guerrilleros sandinistas que buscaban refugio en las montañas nicaragüenses.
Las denuncias sobre las atrocidades cometidas por la guardia resonaron en el corazón de la sociedad nicaragüense, que eventualmente se levantó en armas y derrocó la dictadura en 1979.
La noche previa a su deceso, el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, visitó en privado a ‘Amanda Aguilar’. «Ella es una heroína de Nicaragua», expresó Ortega ante las cámaras del Canal 4, recordando que en el año 2006 le concedió la distinguida orden «Carlos Fonseca», en honor al fundador e ideólogo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Tras su partida, Petrona Hernández López deja a su hijo Pablo Hernández, con quien compartía sus días. Su legado como símbolo de resistencia y esperanza perdurará en la memoria histórica de Nicaragua.