El juez de distrito especializado en violencia de León, doctor Luis Felipe Alvarado, condenó a cadena perpetua a Hermógenes Crescencio Blanco, de 58 años, por el crimen de su ex pareja y a la vez suegra Vilma Elena Méndez Bonilla, cometido el 5 de diciembre del año pasado.
En el mismo proceso fue condenada a 30 años de cárcel Sheyla Méndez Bonilla, hija de la víctima, quien ayudó a su cónyuge Hermógenes a enterrar a su madre en el patio de su casa en Nagarote, después que la asfixiaron y decapitaron.
De acuerdo a la acusación Fiscal, el cuerpo tenía aproximadamente 3 meses y 17 días de haber sido sepultado y fue localizado por la policía el 21 de marzo del presente año.
Ambos condenados deberán de cumplir la sentencia en el Sistema Penitenciario de Chinandega.