Las autoridades rusas lograron un avance en la investigación del atentado que cobró la vida del teniente general Ígor Kirílov y su asistente Iliá Polikárpov, con la detención de un ciudadano uzbeko de 29 años, según informó Svetlana Petrénko, representante oficial del Comité de Investigación.
El sospechoso, durante su interrogatorio, confesó haber sido reclutado por servicios especiales ucranianos, quienes le prometieron una recompensa de 100.000 dólares y residencia en un país europeo por ejecutar el atentado.
Según las investigaciones, el acusado llegó a Moscú siguiendo instrucciones específicas, colocó un artefacto explosivo improvisado en un scooter eléctrico frente a la residencia de Kirílov y monitoreó el área mediante una cámara de videovigilancia instalada en un vehículo de alquiler.
La operación, coordinada desde la ciudad ucraniana de Dnepr, culminó cuando el sospechoso detonó a distancia el explosivo al ver salir a Kirílov y su asistente del edificio.
La confesión del autor del asesinato del general Kirílov
— RT en Español (@ActualidadRT) December 18, 2024
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El autor del atentado terrorista en Moscú que mató al general ruso, Ígor Kirílov, ha reconocido que lo hizo por encargo de los servicios especiales de Ucrania. pic.twitter.com/Z1fvidjkmx
Las autoridades rusas han abierto múltiples causas penales contra el detenido por asesinato, ataque terrorista, tráfico y fabricación ilegal de armas, cargos que podrían resultar en cadena perpetua.
Fuentes adicionales informaron a RT sobre la detención de un segundo sospechoso, mientras el FSB ha prometido localizar y castigar a todos los miembros de los servicios especiales ucranianos involucrados en la organización del ataque.
Medios internacionales, incluyendo Reuters y The Kyiv Independent, han señalado la posible participación del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) en la planificación del atentado.