La venta en línea de juguetes sexuales aumentó hasta un 200%, siendo los vibradores los preferidos por los consumidores.
En España por ejemplo, el cierre obligado de los locales de «sex shop» hizo desaparecer durante la cuarenta la venta presencial, no fue freno para que los consumidores siguieran comprando «sextoys».
Debido al cierre de clubes y al arresto de prostitutas que no respetaban la cuarentena, muchos hombres optaron por iniciarse en la utilización de juguetes eróticos.
Durante el aislamiento social obligatorio dispuestas por algunos gobiernos, los juguetes sexuales se siguieron vendiendo a través de las plataformas on line, con un marcado incremento en su facturación.
De acuerdo a la encuesta realizada por Gleeden, las mujeres siguen siendo las que más utilizan los juguetes sexuales en solitario y las que más compran.