La escala utilizada para medir la intensidad de los huracanes se conoce como Saffir-Simpson y se divide en 5 categorías, según la velocidad de sus vientos y el nivel de las olas que provoque.
Categoría 1
En la categoría 1 los vientos alcanzan velocidades entre 119 y 153 kilómetros por hora y las olas pueden aumentar hasta 1,5 metros por encima del o normal.
Un huracán de esta categoría suele ocasionar daños principalmente a las viviendas que no están ancladas, remueve los escombros, árboles.
Categoría 2
Con vientos entre 154 y 177 kilómetros por hora y olas de hasta 2,4 metros de alto.
Ocasiona daños en los techos, puertas y ventanas de edificios. Además, suele arrancar árboles y arbustos, letreros y muelles.
Categoría 3
Un huracán de categoría 3 tiene vientos de 209 kilómetros por hora y olas de hasta 3,6 metros.
Puede crear daño estructural a pequeñas viviendas y bodegas, destroza el follaje de las plantas y arranca los árboles grandes.
Categoría 4
Sus mortíferos vientos alcanzan velocidades de entre 210 a 249 kilómetros por hora y las olas superan los cinco metros de altura.
Ocasionan daños severos a las casas de la costa y a los techos de las demás viviendas.
Categoría 5
Son el tipo más peligrosos de huracán y dejan a su paso devastación y muerte.
Los vientos superan los 250 kilómetros por hora y las olas llegan a los seis metros o más.