Los hermanos nicaragüenses Joel Isaías y Rodrigo José Guerrero Siú fueron puestos a la orden de los tribunales en El Salvador, tras ser señalados como líderes de una banda de ladrones integrada por guatemaltecos, hondureños y salvadoreños.

El fiscal general de El Salvador Rodolfo Delgado explicó que, con las ganancias obtenidas por el robo y venta ilegal de celulares, los acusados enviaban remesas entre 80 y 120 dólares diarios a sus familiares.
También aseguró que varios de ellos ingresaron a El Salvador de forma irregular, utilizando pasos ciegos o fronterizos como El Amatillo, San Cristóbal y El Poy.
Según las investigaciones, la banda delictiva operaba desde enero del año 2024.
Los ladrones abordaban autobuses y microbuses, pagaban su pasaje y les robaban las carteras y los celulares a los pasajeros, sin que se dieran cuenta.
Al mismo tiempo otros miembros de la banda seguían los buses en vehículos particulares, algunos rentados, para facilitar la huida de sus compinches y trasladar los celulares a distintos negocios en el centro de San Salvador, donde eran desbloqueados y vendidos.