Después de la polémica que supuso su vuelta a la competición el año pasado, cuando apareció en Roland-Garros con su traje postparto, que consistía en un mono negro que le cubría prácticamente todo el cuerpo, la tenista Serena Williams ha jugado su primer partido del US Open ataviada con un tutú.
Es su respuesta a Bernard Giudecelli, presiente de la Federación Francesa de Tenis y organizador de Roland Garros, quien ha prohibido que se emplee la vestimenta que Williams llevó el año pasado, ya conocido como «traje negro de pantera», amparada en los problemas de salud que tuvo después de dar a luz.
Serena ha querido mostrar así que puede jugar e incluso ganar vestida como quiera. El tutú que ha lucido es un diseño propio, en colaboración con el diseñador Virgil Abloh, según informa Vanity Fair.
El presidente de la afirmó no querer llegar a un código de vestir tan estricto como el que se emplea en Wimbledon, en el que el blanco es obligatorio hasta en la ropa interior, pero sí quiere instaurar «ciertos límites». Giudicelli añadió que aunque su veto a prendas como la de Williams llega «un poco tarde para 2019, porque las colecciones ya se han diseñado», contempla comenzar a aplicar el cambio a partir de 2020.