La FIFA inauguró hoy su 65 Congreso, que tiene como punto principal de su agenda la elección de presidente, un puesto que el suizo Joseph Blatter parece tener posibilidades de seguir ocupando, pese a los escándalos de corrupción que han envuelto a la organización en los últimos días.
A su llegada al Hallenstadion de Zúrich, donde se celebra el Congreso, numerosos delegados declinaron hablar con los periodistas, pero aquellos que aceptaron hacer declaraciones estaban divididos en cuanto a sus preferencias.
Un aviso de bomba mientras se desarrollaba el Congreso en Zúrich puso en alerta a los organizadores del evento. Efectivos policiales a revisaron de manera minuciosa la gran sala donde se realiza esta reunión, en la que participan delegados del fútbol de 209 países.
El secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, informó a los participantes de este suceso al reanudarse el Congreso, tras una pausa para comer.
Explicó que por esta razón, la reunión empezó con quince minutos de retraso con respecto a la hora prevista.
El Congreso, que tiene lugar en el complejo del estadio de Zúrich, entró en receso a las 12.00 hora local y debía reanudarse a las 13.30, pero empezó a las 13.45.
¿Joseph Battler o Alí bin Al Husein?
Delegados de países africanos y de pequeñas islas que cuentan con federaciones nacionales de fútbol con derecho a voto en este cónclave manifestaron su apoyo a Blatter, al que consideraron la persona más apropiada para continuar dirigiendo la organización, que cuenta con un total de 209 miembros.
En cambio, los europeos que respondieron a los requerimientos de la prensa fueron unánimes en apoyar al príncipe jordano y vicepresidente de la FIFA, Alí bin Al Husein, el único rival que se enfrentará esta tarde a Blatter, quien se postula para su quinto mandato.
Hoy desde muy temprano, Joseph Blatter pidió a las asociaciones nacionales de fútbol «cerrar filas» en los tiempos difíciles que vive la organización.
«He hablado de dar un giro, debemos cerrar filas e ir hacia adelante», dijo al presentar el informe del mandato que concluye hoy.
Blatter aludió directamente a los casos de corrupción que afectan a la FIFA y explicó que modificó su informe para tener en cuenta estos últimos eventos.
Sin embargo, reiteró lo que ya dijo anteriormente: «Acepto que el presidente de la FIFA es el responsable de todo. Quiero compartir esta responsabilidad con ustedes, o al menos con el Comité Ejecutivo, pero no podemos controlar permanentemente a todos los que están en el fútbol».
Por su parte, el presidente de la Federación de Fútbol de Holanda, Michael van Praag, que fue candidato a presidente, presentó su retirada y ahora apoya al jordano, opinó que este tiene opción de ganar y adelantó que, de no ser el caso, el resultado final será ajustado.
«Nunca he creído en los bloques y en esta ocasión hay algunos que están claramente divididos. Esta votación es secreta y cada quien puede hacer lo que quiera», agregó.
La fisura más evidente, según han comentado delegados que han pedido el anonimato, se observa en la Confederación de Fútbol Sudamericana (CONMEBOL) y en la Confederación de Fútbol de América del Norte, Central y del Caribe (CONCACAF), las más golpeadas por uno de los dos escándalos de corrupción que han estallado.
Los siete dirigentes de la FIFA detenidos hace dos días en Zúrich, y cuya extradición pide Estados Unidos por graves cargos de corrupción, forman parte de ambos bloques.