Su egoísmo en el campo complica su permanencia en Bernabéu. Defraudó en ausencia de Cristiano Ronaldo y el madridismo no ve con malos ojos una venta galáctica
Gareth Bale tenía la responsabilidad de brillar el último sábado ante la Real Sociedad (4-1) por la sanción de Cristiano Ronaldo, pero su figura se vio eclipsada por su falta de compañerismo, el carisma de James Rodríguez y los goles de Karim Benzema.
Carlo Ancelotti lo ubicó en la izquierda, pero su actuación desentonó en el Santiago Bernabéu. No marcó goles, falló en pases increíbles y no asistió en momentos que sus compañeros se lo pedían a gritos y la afición desesperaba. Sólo acertó en un pase a Benzema en la jugada del 3-1. Cristiano lo observaba desde su palco privado
Bale fue reprobado en la casa blanca. Quedó en evidencia su individualismo y aseguran los medios españoles que el vestuario le mostró su descontento, en especial el colombiano James por una acción particular cuando el juego estaba 2-1 a favor.
Al mismo tiempo que el galés parece no encajar en Madrid, el Manchester United estaría dispuesto a pagar 150 millones de euros para ficharlo.
La directiva del United ya negoció con Florentino Pérez para quedarse con Ángel Di María y le hizo saber las intenciones de quedarse con el príncipe de Cardiff, pero hasta el momento no existiría una intención de venta.
Sin embargo, las últimas decepciones de Bale vestido de blanco y la intención real de los españoles por contratar al portero David De Gea, abren el interrogante. Los «Diablos Rojos» negociarían a su guardameta para rebajar el precio del galés de los 100 millones.