Aaron Hernández, ex estrella de la NFL, quien ya cumple una condena a cadena perpetua por un asesinato en 2013, fue exonerado hoy de otros dos homicidios, que según la Fiscalía cometió tras enojarse porque le derramaron un trago.
El ex jugador de los New England Patriots, franquicia con la que llegó a tener un contrato por 40 millones de dólares, sollozó cuando se leyó el veredicto del jurado en Boston.
Poco después, se dio vuelta para mirar a su prometida e inclinó la cabeza mientras los familiares de las víctimas lloraban a viva voz.
El jurado encontró inocente a Hernández del cargo de asesinato en primer grado por las muertes de Daniel de Abreu y Safiro Furtado. Sin embargo, lo declaró culpable por posesión ilegal de un arma de fuego.
El juez le agregó entre cuatro y cinco años a su sentencia por ese delito, aunque de todas formas el ex astro de la NFL pasará el resto de su vida tras las rejas.
Los fiscales dijeron que Hernández disparó al vehículo donde viajaban las víctimas porque sintió que le faltaron el respeto cuando uno de los hombres chocó con él y le derramó el trago en una discoteca en Boston.
La defensa culpó a Alexander Bradley, un amigo de Hernández, que lo acompañaba esa noche. Hernández también fue exonerado el viernes de disparar a Bradley en el rostro meses después para tratar de que no se convirtiera en testigo.
A los 27 años, Aaron Hernández cumple una sentencia a cadena perpetua por el asesinato en 2013 de Odin Lloyd, un jugador semiprofesional de fútbol americano que salía con la hermana de la prometida del ex jugador.