Las profundidades de la Tierra acogen grandes volúmenes de agua atrapada

Un equipo internacional de científicos, dirigido por la Universidad de Alberta, en Canadá, ha encontrado la primera muestra terrestre de una piedra preciosa rica en agua que da nuevas pruebas sobre la existencia de grandes volúmenes de agua en las profundidades de la Tierra. Se trata de un mineral llamado ringwoodita.

El análisis del mineral muestra que contiene una cantidad significativa de agua, el 1,5 % de su peso, un hallazgo que confirma las teorías científicas acerca de la existencia de grandes volúmenes de agua atrapadosa entre 410 y 660 kilómetros por debajo de la tierra, entre el manto superior e inferior.

«Esta muestra proporciona una confirmación muy fuerte de que hay manchas locales de humedad en las profundidades de la Tierra en este área», explica el líder del trabajo, Graham Pearson, catedrático de investigación de los recursos del Ártico en la Universidad de Alberta y profesor en la Facultad de Ciencias.

«Ese área en particular de la Tierra, la zona de transición, podría tener tanta agua como todos los océanos del mundo en su conjunto», añade el autor de este trabajo, cuyos resultados publica este jueves la revista científica ‘Nature’.

Ringwoodita es una forma del mineral peridoto, que se cree que existe en grandes cantidades bajo altas presiones en la zona de transición. Se ha encontrado ringwoodita en los meteoritos, pero, hasta ahora, no se ha descubierto ninguna muestra terrestre porque los científicos no han sido capaces de realizar el trabajo de campo a profundidades extremas.

La muestra estudiada por el equipo de Pearson se encontró en 2008 en la zona de Juina, en Mato Grosso, Brasil, donde los mineros artesanales desenterraron la joya en gravas de ríos poco profundos. Una roca volcánica llamada kimberlita, la más produnda de todas las rocas volcánicas, llevó el diamante a la superficie de la Tierra.

Pearson señala que el descubrimiento fue casi accidental porque su equipo había estado buscando otro mineral cuando adquirieron esta de tres milímetros de ancho, de aspecto sucio, un diamente marrón comercialmente sin valor. La ringwoodita, invisible a simple vista, estaba enterrada debajo de la superficie, por lo que fue una suerte localizarla

Los expertos sometieron la muestra a años de análisis utilizando espectroscopia Raman, infrarrojos y difracción de rayos X antes de confirmar oficialmente que era ringwoodita. Las mediciones de agua se realizaron con los recursos del Laboratorio del Ártico sobre Geoquímica en la Universidad de Alberta, que forma parte del Centro Canadiense para Microanálisis Isotópico, que tiene renombre mundial y es el hogar del grupo de investigación sobre diamantes más importante del mundo académico.

Para Pearson, una de las principales autoridades mundiales en el estudio de diamantes de roca en las profundidades de la Tierra, el descubrimiento se encuentra entre los más importantes de su carrera, al confirmar unos cincuenta años de trabajo teórico y experimental de geofísicos, sismólogos y otros científicos que tratan de entender el composición del interior de la Tierra.

Los científicos han estado profundamente divididos sobre la composición de la zona de transición de la Tierra y si está llena de agua o es un desierto seco. Saber que existe agua debajo de la corteza tiene implicaciones para el estudio del vulcanismo y la tectónica de placas, al afectar a la forma en que la roca se derrite, se enfría y cambia por debajo de la corteza.

«Una de las razones de que la Tierra sea un planeta tan dinámico es la presencia de agua en su interior», afirma Pearson. «El agua cambia todo en la forma en la que un planeta funciona», agrega el principal investigador de este trabajo.

 

 

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