Totalmente adolorido, pero lleno de resignación, el joven Emilio Obregón, de 23 años, quien tenía un noviazgo de 4 años con la asesinada Lucia Leticia Lucía Bravo Murillo, dijo que aunque ella ya no este físicamente, el tiene bellos recuerdos suyos.
Emilio dijo que Lucia Leticia era una muchacha alegre, llena de optimismo, y de buen corazón con principios católicos, que ponía de manifiesto al integrar el coro de la iglesia Asunción de María, en Ciudad Jardín.
El novio de Lucia Leticia dijo que ella estaba muy entusiasmada pues solo le faltaban 2 meses para defender su título de licenciada en administración de empresa, carrera que estudiaba en una universidad capitalina.
Al igual que el joven Emilio Obregón, otra persona que nunca olvidara a Lucia Leticia es, Azucena García, de 24 años, quien era la mejor amiga de la joven y espero largas horas en las afueras de Medicina Legal hasta que entregaran el cadáver para acompañarla hasta su última morada en El Sauce, departamento de León.
Azucena, recordó que la ahora occisa a veces le relataba que tenía muchas discusiones con su hermano Nahúm. También recuerda que era buena consejera e incluso su mamá doña Rosibel Murillo, era como una madre para todas las amigas de Lucia Leticia, pues las aconsejaba.
Azucena dijo que cuando le dieron la noticia que Lucia Leticia había muerto y le contaron las circunstancias, ella casi se muere y peor aún al saber que murió asesinada junto a su madre y su padre, a manos de su hermano Nahúm.