Las autoridades españolas detuvieron a 13 personas, entre ellas un nicaragüense, que conformaban una red dedicada a la explotación laboral de ciudadanos extranjeros en situación irregular en el sector agrícola, en Murcia.
El líder de la organización, 5 hombres de nacionalidad marroquí y el compatriota eran los encargados de dirigir el entramado.
Las autoridades investigaron la organización criminal durante 6 meses; comprobando la explotación laboral sistemática a la que eran sometidas sus víctimas, quienes son extranjeros en situación irregular.
La Policía Nacional española acabó en la operación con todos los escalones jerárquicos del entramado, desde el líder de la banda y su lugarteniente, hasta el resto de integrantes de la organización.
La investigación reveló que los delincuentes podrían estar explotando de manera simultánea a 70 trabajadores.