Vicente Bravo, de 39 años, de nacionalidad nicaragüense, fue degollado con un machete que sus asesinos le dejaron clavado en el cuello, tras interceptarlo en Peñas Blancas de San Ramón, limítrofe con los Ángeles de la Fortuna, San Carlos, Costa Rica.
El cuerpo del nicaragüense presentaba heridas en la cabeza, pómulo y tenía cortados los dedos de su mano izquierda, según miembros de Cruz Roja, quienes llegaron al lugar de la tragedia.
El infortunado de Vicente Bravo, desde hace dos años llegó a Costa Rica, donde laboraba como cortador de caña de azúcar y era padre de 4 hijos. Éste era oriundo del municipio de Santo Domingo, Chontales.