Para mañana viernes está prevista la audiencia inicial en contra del sujeto Alejandro Cesar Lacayo Noguera, de 44 años, quien fue acusado por el parricidio en concurso real con el delito de violencia psicológica en perjuicio de su mamá Magda de los Ángeles Noguera Vega, de 77 años.
La acusación en contra de Lacayo Noguera fue realizada por la Fiscalía ante el Master en Ciencias Roger Antonio Sánchez Báez, Juez Primero de Distrito Penal de Adolescentes y Violencia de Managua, quien dejó preso al procesado.
Según la acusación, doña Magda fue víctima de violencia psicológica y física de parte de su hijo en múltiples ocasiones cuando bajo los efectos del guaro y las drogas la golpeaba, amenazaba, le exigía dinero y le robaba.
El 18 de abril pasado, después de discutir con su mamá en su casa situada en Villa Fontana, Alejandro Lacayo la masacró a golpes, la roció con alcohol y luego le prendió fuego, causándole graves quemaduras que acabaron con su vida 16 días después.
En la audiencia preliminar, la abogada del acusado, pidió al juez que envíe al preso a valoración psiquiátrica y física en el Instituto de Medicina Legal para determinar su estado de salud mental, lo cual fue admitido por el juez.
Según familiares, Alejandro se comportó mal desde muy niño, a diferencia de tres hermanos, incluyendo a su gemela, quienes eran buenos muchachos, estudiosos, amorosos y dedicados a sus padres.
Todos ellos fueron criados en un hogar con todas las comodidades y mucho amor. Desde la adolescencia, Alejandro se hizo adicto a los juegos de azahar, al guaro y las drogas.
Entró y salió de los hospitales, centros de rehabilitación, congregaciones religiosas y hasta de la cárcel. Y aunque sus padres hicieron todos los esfuerzos posibles para ayudarlo fue imposible.
Su papá, el doctor Mario Ernesto Lacayo Flores, fue un excelente médico pediatra, muy querido por sus hijos y sus pacientes, y falleció a los 74 años en el 2019.
Los tres hermanos emigraron hace varios años y tras la muerte de su papá, le rogaron a su madre que se fuera a vivir con ellos, pero doña Magda dijo que no podía abandonar a su hijo Alejandro.
En el 2020, bajo efectos de las drogas, el salvaje sujeto le dio una brutal paliza a su madre que la mandó al hospital, y aunque cayó preso ella no quiso presentar cargos, y siguió soportando sus constantes agresiones, hasta que finalmente la mató.