Doña Juana Elizabeth López Ortiz, de 47 años, dijo a la Policía que cada vez que andaba ebrio su hijo decía que se iba a quitar la vida y así lo hizo la madrugada del domingo, al colgarse del cuello con una sábana en un cuarto de su vivienda, después de llegar ebrio de la calle.
Después de que el cuerpo fue revisado por miembros del Instituto de Medicina Legal los familiares pidieron a la Policía que el cuerpo no fuera llevado a la morgue, por lo cual doña Juana Elizabeth López Ortiz firmó una acta de desistimiento.