Con la botella de guaro a la par fue encontrado muerto, el borrachito Ramón Ezequiel Zeledón, de 39 años, en la acera de una casa ubicada de Colegio General José San Martín, una cuadra abajo, 2 cuadras al sur, en el barrio Monseñor Lezcano.
De acuerdo a los lugareños, don Ramón era un tomador consuetudinario, que pedía dinero para comprar el guaro lija que bebía todos los días.
Otra persona que pasó a otro plano de vida fue Gustavo Báez, de 85 años, quien fue encontrado muerto en el interior del cuarto de su humilde vivienda, ubicada en el asentamiento Cristo Rey, en el Timal, Tipitapa.
Según vecinos, el ahora occiso habitaba solo y era aquejado por varias enfermedades, por lo que presumen que murió por causas naturales, sin embargo, su cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde se determinaran las causas de su deceso.