El día de los hechos doña Juana Esmeralda Espinoza González, madre del infante, dijo a la policía que por la amistad con Reynaldo, le presto a su hijo para que fueran a cazar venados, sin imaginarse que ocurriría una tragedia.
La dolorida madre dijo que ella estaba sentada frente a su casa cuando de pronto vio venir a Reynaldo cargando en los brazos a su moribundo hijo Nahúm, y que al entregárselo le dijo que todo fue un accidente, porque en la emoción por matar un venado le disparo a él en vez de al animal.
Tras entregarle el cadáver de Nahúm a su madre, el sujeto salió en guinda, siendo atrapado hasta hoy, 5 meses después del crimen.