Este artículo se publicó por primera vez en The Morning Star del Reino Unido. En el artículo, Roger McKenzie informa sobre una entrevista con Salvador Vanegas, asesor de educación del presidente Daniel Ortega, sobre las políticas educativas de Nicaragua

Educación para el Bien de la Humanidad

Salvador Vanegas, como asesor de educación del presidente de Nicaragua Daniel Ortega, juega un papel central en el país ya que la educación es una de las principales prioridades del gobierno revolucionario.

Desde 2006, el presupuesto educativo de Nicaragua se ha incrementado en un asombroso 457 por ciento y el número de maestros se ha duplicado. La foto del centro es de la Escuela Rubén Darío en Matagalpa y las fotos de la izquierda y la derecha muestran a niños en la Escuela Guardabarranco en Acoyapa. Foto: GPE/flickr/CC
Desde 2006, el presupuesto educativo de Nicaragua se ha incrementado en un asombroso 457 por ciento y el número de maestros se ha duplicado. La foto del centro es de la Escuela Rubén Darío en Matagalpa y las fotos de la izquierda y la derecha muestran a niños en la Escuela Guardabarranco en Acoyapa. Foto: GPE/flickr/CC

Es indiscutible que Nicaragua ha logrado grandes avances en educación. Según la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Nicaragua ya está libre de analfabetismo.

Igualmente, el Índice de Brecha de Género 2022 del Foro Económico Mundial ubica a Nicaragua en el séptimo lugar en el mundo entre los países que cierran la brecha de género en educación.

Vanegas ha estado en el centro de este asombroso progreso, pero también es un verdadero hijo de la revolución nicaragüense.

Me dijo: “Yo tenía 14 años cuando empezó la lucha contra la dictadura de Somoza y me sumé a la lucha contra la dictadura.

“Vi la injusticia. Vi gente explotada y una injusta concentración de la riqueza en manos de unos pocos, así que me involucré en la lucha para derrocar la dictadura”.

“Durante el primer período revolucionario estudié ciencias, economía y educación, pero también seguí siendo activista.

“Sin embargo, durante el período neoliberal en la década de 1990, después de que los sandinistas perdieran las elecciones, no había posibilidad de desarrollo social y económico”, dijo Vanegas.

“Durante esos años fui docente en una universidad y me mantuve involucrado en la lucha revolucionaria para ayudar a construir un país donde hubiera más justicia y donde la riqueza no estuviera concentrada en manos de unos pocos.

“En lo que llamamos el segundo período de la revolución en el 2006 cuando el presidente Ortega fue reelecto, me invitó a ser parte de su equipo. Primero trabajé en política global antes de que el presidente orientó que asumiera el rol en la educación”, dijo.

Vanegas me dijo que el objetivo planteado por el presidente Ortega era lograr una transformación evolutiva de la educación en el país.

Nicaragua ha respaldado este compromiso garantizando el financiamiento. El presupuesto para educación se ha incrementado año tras año como parte de la política gubernamental de inversión social y educación como clave para reducir la pobreza y mejorar el bienestar y el desarrollo de la economía.

Desde 2007, el presupuesto de Educación se ha incrementado en un asombroso 457 por ciento. El país también ha duplicado el número de docentes y ha mantenido la formación continua, incluidos los docentes de las escuelas de las zonas rurales, para garantizar una educación de alta calidad.

Nicaragua pone a las niñas, niños y familias enteras en el centro de todas las políticas educativas que se desarrollan. Promueve y apoya un modelo multicultural inclusivo en todos los niveles educativos, desde inicial o preescolar, pasando por la educación tecnológica hasta la educación superior, para construir comunidades sostenibles y resilientes.

El gobierno de Ortega se ha concentrado particularmente en educación en las comunidades rurales e indígenas, así como las comunidades afrodescendientes. Ha priorizado la preservación de las lenguas y culturas indígenas; ha ampliado la instalación de internet y soporte tecnológico; y ha brindado apoyo para el inglés como segunda lengua. El plan de estudios y enseñanza de la educación en las Regiones Autónomas del Caribe nicaragüense también cuentan con apoyo del gobierno.

En Nicaragua, la educación desde la primaria hasta la universidad ha sido gratuita desde que el comandante Ortega asumiera nuevamente la presidencia en el 2007. Al respecto Vanegas dijo, “Para nosotros no se trata solo de educación gratuita, también integramos programas sociales en nuestro sistema educativo para ayudar a los más necesitados. Hay muchas familias de muy bajos ingresos que ni siquiera podían asumir el costo para ir a la escuela, por lo que intervenimos como gobierno para proporcionarles subvenciones”.

“Al comienzo del año escolar, cada niño recibe una mochila con suministros como bolígrafos y lápices, también reciben comidas escolares gratuitas para garantizarles al menos una comida caliente en el día. Los maestros también reciben mochilas y libros de texto sin costo alguno”, agregó Vanegas.

Para monitorear la calidad de la educación que se imparte, el Gobierno creó un Instituto de Educación Superior. También existe una Comisión Nacional para la Educación que cuenta con equipos que realizan revisiones periódicas de las escuelas e informan sobre los posibles cambios que podrían ser necesarios en la política educativa.

A diferencia de Gran Bretaña, el sistema educativo en Nicaragua no está impulsado obsesivamente para alcanzar resultados preestablecidos. El gobierno considera que la educación es mucho más que eso. “Nuestro concepto de educación no se trata solo de procesos y exámenes. Se trata de desarrollo humano, justicia social, valores y respeto por el medio ambiente”, señaló Vanegas. Agregó: “Se trata de pertenecer al país. Toda la comunidad está involucrada en la educación”.

También dijo que “una de las cosas más importantes para nosotros es que los niños vayan a la escuela todos los días. Involucramos a padres, maestros y toda la comunidad para asegurarnos de que los niños asistan todos los días y no abandonen el sistema educativo. Para nosotros la educación no es una mercancía para que alguien pueda venderse en el mercado. Los indicadores que priorizamos giran en torno a la justicia social, el respeto a la mujer y el medio ambiente”.

“También prestamos mucha atención a aspectos culturales como las artes. Queremos educar a las personas para que contribuyan al bien común, por ello estamos transformando la educación para que se centre en hacer buenos seres humanos. Para nosotros el derecho a la educación es el camino para el desarrollo humano”, manifestó.

Los recursos son siempre un desafío, particularmente en un país bajo tanta presión de Estados Unidos y sus aliados. Al respecto, Vanegas dijo: “Aunque los recursos a veces son un reto, no ha impedido continuar con el proceso de transformación de la educación en nuestro país”. Resaltó que Nicaragua ha ido mucho más allá de los días neoliberales, cuando solo un puñado de maestros tenía alguna formación formal.

“Ahora, alrededor del 98 por ciento de los maestros están formalmente calificados y la capacitación de los profesores es gratuita”, me dijo Vanegas. Agregó, “Este año también hemos mejorado la formación docente a nivel universitario. Los maestros también tienen espacio para reunirse todos los meses para revisar su pedagogía. Esto les da la oportunidad de compartir entre ellos su propio aprendizaje”.

Le pregunté a Vanegas cuáles eran los indicadores clave de éxito en el sistema educativo de Nicaragua. “Queremos ver a los estudiantes salir del sistema educativo como mejores seres humanos y ser capaces de reconocer la injusticia y luchar contra ella”, dijo.

“También queremos ver mejoras en las ciencias y la tecnología”.

“Por supuesto, queremos que la gente pueda atraer inversiones al país, pero sin explotar a nadie”. Resaltó, “queremos que la gente cante y baile. Un ser humano no es solo conocimiento, se trata de cuidarse a sí mismo, a su país, al planeta y también de disfrutar la vida.”

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