Una niña de 3 años solo identificada como Lilas, convivió durante 6 días con el cadáver de su madre, en la localidad Perpignan, de Francia.
La menor pensaba que su madre dormía, hasta que sus vecinas empezaron a sospechar que algo no andaba bien, pues la menor se quedaba dormida en el balcón.
Las sospechas se tornaron en temores cuando la pequeña, un día, dijo que su progenitora dormía en el cuarto de baño.
Las mujeres lograron que Lilas les abriera la puerta del apartamento y al entrar les dijo que ella y su perro tenía mucha sed y hambre.
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La menor fue llevada a una vivienda cercana donde la bañaron y dieron comida, mientras las autoridades encontraron los restos de la madre en avanzado estado de descomposición.
Junto al cadáver se encontraron latas de cerveza y pastillas, por lo que investigan las causas de muerte.
«Fue capaz de abrir un bote de raviolis para comer y hacía sus necesidades en una pequeña cazuela», dijeron las autoridades.
La madre estaba en seguimiento por los servicios sociales debido a sus problemas con las adicciones y a que no escolarizaba a la menor.