En el salón de las banderas de la Cancillería de Nicaragua, el arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes y el párroco Antonio Castro, oficiaron un responso por el descanso eterno por el canciller de la dignidad, padre Miguel D’Escoto Brockmann, quien partió al más allá, la tarde del jueves.
Su Eminencia Leopoldo Brenes, expresó que el padre Brockmann, «estuvo marcado por el sello de la Santísima Trinidad y damos gracias al Señor por la presencia del padre Miguel, quien fue un luchador desde su fe, que quiso dar testimonio de lo que él creía, y que tenía como base a Jesucristo».
“Recuerdo que lo ví en el mes de enero, y agradecía al santo padre, el papa Francisco, por la gracia de volver a celebrar la eucaristía”, compartió el Cardenal Leopoldo Brenes.
«Cristo nuestro Señor, nos pide el gesto del servicio, y no hay duda que fue su característica, de servir en diversos ambientes», reconoció el Cardenal Brenes, quien dijo que su persona y el padre Toñito Castro, fueron testigos de como estaba llevando su enfermedad, con un espíritu cristiano.