Manuel López Obrador, presidente de México, aseguró que Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán fue liberado para evitar más muertes.
«No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas. Ellos (el gabinete de seguridad) tomaron esta decisión (liberarlo) y yo la respaldé», dijo el mandatario.
López Obrador reconoció que la situación «se tornó muy difícil» en Culiacán, que durante horas estuvo sitiada por las balas.
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“Al estar «en riesgo» muchos ciudadanos, se optó por dejar en libertad a este delincuente, confirmando esta decisión tras el caos informativo y la incertidumbre del jueves”, dijo Obrador.
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Explicó que se trató de un operativo que llevó a cabo el Ejército mexicano, a partir de una orden de aprehensión de un presunto delincuente, pero «hubo una reacción muy violenta (de los delincuentes) y no se podía poner en riesgo la vida de mucha gente».
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Señaló que hubo una movilización de los grupos de la delincuencia en toda la ciudad de Culiacán y hasta tomaron «casetas» (peajes en carretera) e incluso se desplegaron en otros municipios del estado, como El Fuerte.
«Nosotros no queremos muertos, no queremos la guerra, cuesta trabajo entenderlo pero la estrategia que se estaba aplicando anteriormente convirtió al país en un cementerio», dijo.
El suceso en Culiacán ha reflejado el enorme control que tiene el Cártel de Sinaloa y sus células sobre la región, que se consideraba relativamente pacificada en los últimos meses.