Una familia de turistas de Alemania falleció en Ankara, Turquía, presuntamente intoxicada con fosfuro de aluminio durante una desinfección realizada en su hotel, según reportó el canal turco AHaber.

La fuente precisa que el hecho ocurrió en el hotel Harbour Suites Old City, ubicado en el distrito de Fatih, una zona turística de la capital turca.
Según la investigación preliminar, la sustancia química utilizada para fumigar contra los insectos habría ingresado a la habitación familiar «a través del sistema de ventilación del baño», lo que permitió que el gas tóxico se dispersara por todo el espacio cerrado donde se encontraba hospedada la familia.
El hecho de que el pesticida ingresara por esta vía resulta muy preocupante, ya que los sistemas de ventilación en hoteles están diseñados para circular aire, lo que en este caso facilitó la propagación del compuesto letal por toda la habitación sin que los ocupantes pudieran detectarlo a tiempo.
Un pesticida sin antídoto y altamente letal
«El fosfuro de aluminio no tiene antídoto y su inhalación excesiva resulta letal con facilidad», explicó un toxicólogo consultado sobre el caso, lo que confirma la extrema peligrosidad de este pesticida cuando se utiliza en espacios donde hay humanos.
Una vez que el veneno ingresa al organismo en cantidades suficientes, no existe un tratamiento que pueda revertir sus efectos, dejando a los profesionales de la salud prácticamente sin herramientas para combatir la intoxicación.
La familia Bedjek, compuesta por los padres y sus dos hijos de 3 y 6 años de edad, fue hospitalizada la semana pasada con severos síntomas de intoxicación tras ser encontrados en estado crítico dentro de su habitación.
Según el medio turco, lamentablemente, «la madre y los menores fallecieron» primero, dejando al padre luchando por su vida en el hospital. Sin embargo, días después, el progenitor también sucumbió a los efectos del tóxico, completando así una tragedia familiar que pudo haberse evitado con medidas de seguridad adecuadas durante la fumigación del hotel.
Tras conocerse esta terrible pérdida de vidas, las autoridades turcas clausuraron el establecimiento hotelero de manera inmediata para prevenir que otros huéspedes pudieran verse afectados por residuos del pesticida o nuevas fumigaciones inadecuadas.
Paralelamente, la policía inició una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades en este caso, procediendo a enviar «varias evidencias recogidas en las habitaciones para su análisis pericial en laboratorios especializados». Estas muestras permitirán determinar la concentración exacta del fosfuro de aluminio presente en la habitación y establecer si se siguieron los protocolos de seguridad apropiados durante la fumigación.
La investigación busca esclarecer si hubo negligencia por parte del hotel al realizar la desinfección, si la empresa fumigadora actuó de manera irresponsable o si existieron fallas en los sistemas de ventilación que permitieron la propagación del gas tóxico hacia áreas ocupadas por huéspedes.
Los resultados de estos análisis serán fundamentales para establecer responsabilidades legales y prevenir tragedias similares en el futuro.