Pensando en la estabilidad económica de su país, Donald Trump aseguró que la paralización laboral por el coronavirus puede destruir a Estados Unidos.
Trump señaló que los ciudadanos podrían distanciarse socialmente e ir al trabajo.
El inquilino de la Casa Blanca aseguró que se alegraría viendo los negocios abrirse para la Pascua, que este año se celebra el 12 de abril.
En Estados Unidos casi uno de cada tres ciudadanos se “ha quedado en casa”, después que Ohio, Luisiana y Delaware se sumaran a la creciente lista de ciudades norteamericanas que realizan medidas preventivas para frenar la expansión de la pandemia del coronavirus.
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A la iniciativa también se unieron ciudades como Filadelfia, en Pensilvania y Dallas, Texas.
Actualmente, Estados Unidos es el tercer país más golpeado por el mortífero brote de coronavirus, solo por detrás de China e Italia.
A escala nacional, el país norteamericano reporta más de 49 mil casos confirmados de covid-19 y más de 600 muertos, indican los últimos datos.
El diario The Washington Post señaló el pasado 21 de marzo que la economía de EE.UU. se deterioraba más rápido de lo previsto después de que 84 mil personas se quedaran encerradas en sus hogares.
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Según el medio varios millones de trabajadores en Estados Unidos han perdido sus trabajos.
Además un desempleo «sin precedentes» cobra fuerza cada día con el cierre de establecimientos como restaurantes, cines u oficinas y «ya está claro que el declive económico inicial será más agudo y doloroso que durante la crisis financiera de 2008».