El Hospital Nasser de Khan Yunis, el principal centro médico del sur de la Franja de Gaza, sufrió un devastador doble bombardeo durante la mañana de este lunes. El brutal ataque israelí dejó al menos 20 personas muertas, según confirmó el Ministerio de Salud de Gaza.

Los bombardeos ocurrieron en secuencia calculada para maximizar el daño. Poco antes del mediodía, una primera munición impactó directamente el cuarto piso del bloque de urgencias, donde varios reporteros se habían establecido para realizar transmisiones en vivo. La situación empeoró dramáticamente cuando, apenas minutos después, un segundo proyectil golpeó la misma área mientras los equipos de rescate ya se encontraban trabajando, multiplicando tanto el número de víctimas como el caos dentro de las instalaciones hospitalarias.
Entre los fallecidos se encuentran cinco periodistas que documentaban la crisis humanitaria en la región. Mariam Dagga, fotógrafa independiente de 33 años que colaboraba con Associated Press, quien desde el inicio del conflicto cubría el trabajo de los médicos contra la desnutrición infantil.
Hussam al-Masri, camarógrafo de Reuters, perdió la vida durante el primer impacto. Mohamed Salameh, operador de cámara de Al Jazeera, fue alcanzado durante la segunda detonación. Moaz Abu Taha, reportero de NBC, se encontraba transmitiendo desde la escalera de emergencia del edificio cuando fue impactado. Ahmed Abu Aziz, periodista de Quds Network, falleció horas después debido a la gravedad de sus heridas.
Adicionalmente, varios pacientes, personal de salud y rescatistas resultaron heridos en el ataque, mientras que al menos un miembro de la Defensa Civil de Gaza perdió la vida mientras intentaba auxiliar a los heridos tras el primer bombardeo.
Israel bombardea el hospital Nasser en Gaza. Minutos después, lanza un segundo ataque contra médicos, rescatistas y periodistas que habían acudido a socorrer. 15 muertos, entre ellos 4 periodistas.
— Spanish Revolution (@Spanish_Revo) August 25, 2025
El genocidio se sostiene en muertos y en voces calladas: puro silencio cómplice. pic.twitter.com/Bw0R85UhtW
El Ejército israelí anunció la apertura de una investigación preliminar sobre el incidente y manifestó «lamentar cualquier daño a personas no involucradas», mientras insistía en que no persigue específicamente a periodistas como tales.
Por su parte, la Asociación de la Prensa Extranjera exigió «una explicación inmediata» sobre lo ocurrido, mientras que Reporteros Sin Fronteras denunció que esta ofensiva representa «uno de los episodios más mortíferos» para la prensa en situación de conflicto armado.
Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, enfatizó que «los hospitales y los periodistas están protegidos por el derecho internacional humanitario» y reclamó «responsabilidades y justicia» ante este grave suceso que viola principios fundamentales de protección a civiles.
El Hospital Nasser, originalmente diseñado para atender un máximo de 340 pacientes, albergaba a más de 1,000 personas entre enfermos y desplazados que se refugiaban en carpas improvisadas dentro del complejo.
Este nuevo ataque israelí se suma a una serie de agresiones contra instalaciones médicas y profesionales de la información en la Franja de Gaza, lo que refuerza los llamados urgentes para un cese inmediato de los bombardeos y el respeto a las normas internacionales que protegen específicamente a civiles, pacientes y reporteros en zonas de guerra.