El papa Francisco dedicó este miércoles su catequesis de la última audiencia general del año al Niño Jesús y señaló que es “un buen hábito” que los padres y los abuelos observen el comportamiento de sus hijos y nietos.
“Sabemos poco del Niño Jesús pero podemos aprender mucho de Él si observamos la vida de los niños. Es un buen hábito el que los padres y los abuelos tiene, el de mirar a los niños, su modo de actuar”, dijo ante los asistentes a la audiencia, en la plaza de San Pedro.
Y añadió: “Descubrimos, sobre todo, que los niños reclaman nuestra atención. Ellos deben estar en el centro. ¿Por qué?. ¿Porque son orgullosos?. No, porque necesitan sentirse protegidos”.
El pontífice dijo estar seguro de que “aún muchas familias han montado el Portal de Belén en sus casas”, continuando de este modo con “esta bella tradición” que, subrayó: “Mantienen vivo en nuestros corazones el misterio de Dios que se hace hombre”.
“Esto es un gran misterio, ¡Dios es humilde!. Nosotros, que somos orgullosos, llenos de vanidad y nos creemos grandes, no somos nadie. Y Él, que es grande y humilde, se hace niño. Esto es un verdadero misterio”, exclamó.
El papa, ataviado con un abrigo y una bufanda blancos, saludó a las personas que acudieron a la plaza vaticana para asistir a esta última audiencia general del año y bromeó con las bajas temperaturas que registra este miércoles la capital italiana.
Saludó a los fieles españoles y latinoamericanos, especialmente a los mexicanos, y también a los componentes del circo de Liana Orfei, a quienes animó a ser “mensajeros de solidaridad entre las naciones y testimonio de alegría y esperanza”.