El Papa Francisco pidió este domingo a los nuevos sacerdotes que se aparten de la vanidad, el orgullo y el dinero durante una misa celebrada en la Basílica de San Pedro.
«El diablo entra por los bolsillos. Piensen en esto. Sean pobres como pobre es el santo pueblo de Dios», les dijo su Santidad a un total de 9 nuevos diáconos.
«No sean trepadores siguiendo la carrera eclasiástica porque entonces se convertirán en empresarios y funcionarios, que pierden esa pobreza que los asemeja a Cristo pobre, al crucificado», agregó.
«No sean sacerdotes empresarios sino servidores. Aléjense del dinero», los sentenció.
En la Homilía el Papa los alertó a permanecer cerca de Dios aunque les explicó que la cercanía más importante es con el Santo Pueblo fiel de Dios.
Los sacerdotes ordenados por el pontífice son 6 de Italia, uno de Rumania, uno de Colombia y otro de Brasil. Entre ellos destaca la historia de Samuel Piermarini, un joven italiano quien fue llamado para ser jugador profesional de fútbol sin embargo al año siguiente entró al seminario.