El municipio de Quibdó, ubicado en el corazón del oeste colombiano, se tiñó de luto este domingo tras una balacera que terminó con la vida de cuatro personas y dejó a otras tres heridas.
Este suceso, según reportes de diversos medios, resalta la persistente inseguridad que azota a la región, atribuida a conflictos entre bandas criminales que disputan el control en el departamento del Chocó.
La Policía, al frente de las investigaciones, señaló que las confrontaciones internas entre estos grupos ilegales son la raíz de este trágico incidente.
En un esfuerzo por salvaguardar las vidas afectadas, tres de los heridos fueron prontamente atendidos en centros médicos, aunque uno de ellos se encuentra con pronósticos reservados.
Los residentes del barrio Las Palmas solicitan una presencia constante de las fuerzas de seguridad, en un llamado desesperado por paz y seguridad en sus calles, que se ven cada vez más asediadas por el accionar de los grupos delictivos.
Este incidente se suma a una serie de actos violentos que han marcado al país en el inicio de este año.
Según cifras proporcionadas por el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), hasta el 22 de febrero, Colombia ha sido escenario de al menos 12 masacres, un dato alarmante para esta nación sudamericana.