Los indicios extraídos de la autopsia del cuerpo de la pequeña hondureña Allison Nahomy Argueta Villalta, de 9 años, indican que fue víctima de un vil asesinato de alguien cercano y no del perro pitbull que tenía como mascota, y a quien le habían echado la culpa.
La niña tenía golpes en su cabeza, heridas de arma blanca en su cuello así como indicios de haber sido abusada sexualmente.
Allison Nahomy murió el 8 de junio en el barrio Las Delicias de Lepaera, Lempira, según su familia luego de haber sido atacada por Rocky, un perro cachorro de la raza pitbull.
Sin embargo la autopsia confirmó que fue un asesinato, el cual está siendo investigado por las autoridades policiales.